Un recorrido por su historia y su naturaleza, toda una sorpresa.
A solo una hora de Bogotá, Guasca tiene el paisaje y la naturaleza típicos de la sabana, y aunque hace un poco de frio, con una buena taza de café es suficiente para empezar el recorrido por el municipio, la cual se consigue en una pequeño lugar en el marco de la plaza, donde se puede también se puede degustar una rica torta de chocolate.
Como siempre lo hacemos, nos entrevistamos con la persona encargada de la gestión turística y cultural del municipio, en esta ocasión visitamos la casa de la cultura y había una exposición de fotografías, que muestran la evolución del pueblo y sus gentes, sus personajes ilustres como el general Mariano Ospina Rodríguez, quien fuera presidente de la república de 1857 a 1861, y el primer fotógrafo colombiano famoso en el extranjero, don Luis B. Ramos, cuyas fotografías adornaron los principales diarios colombianos y europeos a mediados del siglo XX.
Algo que nos llamó la atención de esta exposición fueron los aportes de un arqueólogo, el Señor Alvaro Botiva, el cual nos abrió las puertas de su Finca-Hotel El Recreo, y fue muy generoso compartiendo algunas de sus experiencias, no solo en turismo sino también en el arte rupestre presente en el Sitio Pajarito, vereda Flores, cerca de una fuente de aguas termales donde se encuentra uno de los pocos petroglifos del altiplano cundiboyacense, es un patrimonio de incalculable valor para la sociedad.
Hay tanto por hacer, empezando por un recorrido por los senderos ecológicos, un baño en aguas termales y parapente desde el Cerro de Águila.
Dónde dormir?
Aunque existen varios hoteles como la Estancia San Antonio, Posada Café La Huerta, Hotel Betania, prefiero contarles mi experiencia en la Finca- Hotel El Recreo.
Este hotel es una herencia familiar, y es administrado por sus propietarios, lo que lo hace más especial y único pues son guasqueños de corazón.
Todos los ambientes son cuidados de tal forma que reviven la vida en el pasado, esta finamente decorado y hace que los huéspedes se sientan transportados en el tiempo, a una época romántica, dedicada a las artes y al pensamiento. Tiene chimeneas en varias habitaciones lo cual hace que sea más cálida la estadía. Una amplia zona de camping en medio de unos eucaliptos y otros árboles, acompañados de tradicionales fogones de leña, permiten disfrutar un buen momento al aire libre.
Las habitaciones tienen un toque vintage, aunque con muebles y objetos típicos de la región y la cultura Muisca. Los jardines están adornados con flores y plantas nativas, también tienen una pequeña huerta donde se toman las hortalizas y hiervas aromáticas para atender a los huéspedes.
Tienen una casita o cabaña con sala, comedor, cocina y chimenea en la planta baja y una habitación en segundo piso, con el mejor paisaje de la finca.
Guasca, me dio una gran sorpresa por su riqueza ecológica y por su oferta hotelera, la cual es visitada por turistas extranjeros y por algunas personas que prefieren experimentar otras formas de viajar y conocer culturas ancestrales como la Muisca.